La FLORITERAPIA de Edward Bach se basa en una serie de 38 esencias naturales extraídas de flores, árboles y arbustos
silvestres de la zona de Galles, en Inglaterra.
Es una cura "holística", que sostiene el principio según el cual el
cuerpo no puede prescindir de la mente y el espíritu. Apunta en
manera dulce y
natural a rearmonizar y reequilibrar las energías y la personalidad
del individuo, para llevarlo a desarrollar el inmenso poder de la
autocura, y
por ende a la resolución de la enfermedad.
Han sido experimentadas muchas especies floreales: las flores
australianas, californianas, indianas, alaskianas, brasileras y
francesas, pero las más famosas y eficaces, reconocidas y
recomendadas por la Organizacion Mundial de la Salud desde el año
1976, son las Flores de Bach... que se insertan como rama emergente
de la Medicina Biológica.
Representan la única medicina natural que va a tratar directamente
la psiquis, y aquí se revierte el principio "mente sana en cuerpo
sano", por el
otro, decididamente más actual: "cuerpo sano en mente sana". Si bien
ya se habla de Flores Transpersonales, que actúan directa y
rápidamente sobre el cuerpo físico.
Sus propiedades curadoras fueron descubiertas entre los años 1926 y
1934 por el Dr. Edward Bach, quien considera al hombre en manera ‘tridimensional’:
mental, emocional-espiritual, y física.
Gracias a la fuerza de sus vibraciones sutiles, la Foriterapia tiene
la capacidad de actuar directamente sobre nuestro sistema energético
con un
proceso natural, metiéndonos en comunicación con nuestro «Yo
Espiritual», e inundándolo con distintas virtudes y purificando las
alteraciones del carácter, che en definitiva representan la base de
los sufrimientos y obstaculizan la progresión hacia la perfección.
Con las Flores de Bach, los estados de ánimo negativos son
contrastados con vibraciones energéticas que tienen la capacidad de
armonizar o poner de acuerdo a las aspiraciones del alma con los
deseos de la personalidad y su Ego, curando las emociones negativas
como la rabia, el resentimiento, la falta de confianza, la rigidez,
la incerteza, los miedos, los sentimientos de culpa y muchas otras
resistencias o barrieras que derivan de traumas no resueltos y
vuelven la vida difícil e infeliz. La enfermedad orgánica llega para
señalarnos que debemos intervenir en nuestro fuero íntimo, si no se
desea arribar, tarde o temprano, al colapso. Para curar el cuerpo,
es necesario curar la mente. A este punto se puede deducir que la
enfermedad se puede prevenir, eligiendo cultivar estados de ánimo
constructivos. La cura se desarrolla a través de 7 pasos, en orden
ascendente: paz, esperanza, alegría, fe, confianza, sabiduria y Amor
Universal.
El Floriterapeuta o Terapeuta Floral: el método para elegir los
remedios se realiza a través de un coloquio profundo entre el
cliente y el Floriterapeuta; este último, armado con competencia,
empatía y amor, ayudará al cliente a identificar sus estados de
ánimo negativos, y todo aquello que le cree conflictos consigo mismo
y genere tensiones en su vida de relación. Lo ayudará también a
entrar en contacto consigo mismo, conocerse mejor y volverse
consciente de sí.
El cambio o mejoramiento, es tenue y gradual, la primera cosa que
puede observarse es un mejoramiento general del humor. Luego llegará
el bienestar completo. Hay que esperar el proceso de purificación
con verdadero interés y amor, mientras tanto la personalidad se
afinará cada vez más con una actitud de fondo positiva.
La curación de las enfermedades crónicas a veces puede iniciar con
sorprendente velocidad. Durante los primeros días de tratamiento es
probable que se sueñe un poco más de lo normal, y que se acuse un
ligero empeoramiento de los síntomas físicos o psíquicos, sobre todo
cuando un pensamiento doloroso que estuvo reprimido durante años,
entra de repente en la conciencia (la llamada “crisis de conciencia”,
necesaria para la verdadera curación). Es importante observar los
cambios que se realizan en nuestro interior y tomar nota de ellos
para referírselos al propio Floriterapeuta durante los sucesivos
controles.
Las aplicaciones más frecuentes son: insomnio, depresión, disturbos
de la alimentación, resolución de traumas remotos o recientes,
estrés, angustia, melancola, asma, falta de concentración mental,
ansiedad, tabaquismo, ataques de pánico, hipocondría, alergias,
dermatopatías, etc. Actualmente se usan también en el campo de la
cosmética para tratar en forma local celulitis, piel seca, cabellos
sin vida, etc.
Las esencias floreales son inocuas, no interfieren con las demás
medicinas, tradicionales u homeopáticas, no provocan efectos
secundarios, no tienen contraindicaciones, no provocan asuefacción.
Pueden ser asumidas por ancianos, niños y mujeres embarazadas. Se
usan tambièn para curar animales y... plantas!
Hace muchos años que uso las esencias florales, y he tenido
oportunidad de ver "florecer" indiscutiblemente hasta a la "planta
más marchita". Llevo adelante un Servicio de Voluntariado que
comprende las siguientes categorías: niños de hasta 12 años de edad,
fumadores hasta los 18, ancianos a partir de los 75 años, animales
domèsticos, personas afectadas por Autismo, Síndrome de Down, Sida,
Parálisis Cerebral y jóvenes anoréxicas/os.
Duración del tratamiento: para obtener resultados plausibles,
un tratamiento que se diga serio debe durar un mínimo de dos o tres
meses.
Posología: Se tomarán 4 gotas sublinguales 4 veces por día,
directamente del gotero, que se aconseja no tocar con la lengua o la
saliva. En ese caso se debe lavar antes de volver a introducirlo en
la botella.
La Floriterapia de Bach representa un método de cura simple y natural, una
ayuda benéfica para conquistar coraje, comprensión, autenticidad, y
un mejor carácter. Según Edward Bach, un hombre sano es un hombre
feliz, y “el mejor regalo que un hombre puede hacerle a otro es ser
él mismo feliz y lleno de esperanza”.
Lic. Liliana Giménez Haas
Naturópata especializada en Flores de Bach